Introducción a la taxidermia
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de disecar un insecto es en qué estado se encuentra el cuerpo sin vida: no es lo mismo que lleve muerto meses, una semana o unas horas. Cuando nos encontramos un insecto muerto y ya tiene la cutícula del cuerpo, patas y antenas dura sin posibilidad de poder moverlas para colocarlas con alfileres, normalmente lo que se debería hacer es meterlo en alcohol un día entero para eliminar cualquier resto de suciedad, microorganismos, etc., o bien en el congelador durante 48 horas. Si después de esto no se consigue mover las articulaciones para colocarlo en buena posición para nuestro insectario, por lo menos se puede conseguir colocar en un soporte como un trozo de cartón, corcho o algodón con la ayuda de un poco de pegamento por la parte ventral del cuerpo.
Cuando nos encontramos ante un artrópodo que acaba de fallecer, lo mejor es intentar disecarlo el mismo día de la muerte. Cuanto menos tiempo transcurra desde la muerte hasta la disección, mejor. Es entonces cuando tenemos más posibilidades de colocarlo a nuestro antojo con la ayuda de los alfileres, teniendo en cuenta que se debe hacer un procedimiento más laborioso. El primer paso es tener a nuestra disposición los materiales necesarios: alfileres, corchos de poliestireno, pinzas y utensilios para manejar el insecto, tijeras, algodón, cartones, pegamento y pegatinas blancas para poner el nombre del insecto que queramos añadir a nuestro insectario.
Procederemos a disecar al animal a partir de tres formas distintas en las que se encuentre el artrópodo fallecido: podemos partir del artrópodo muerto recientemente sin necesidad de someterlo a congelación u otro proceso, o bien a partir de haber estado en alcohol 24 horas, o bien habiendo estado congelado durante 48 horas. Otro punto de partida a tener en cuenta es la dureza del cuerpo del artrópodo: no es lo mismo disecar un coleóptero que tiene la cutícula totalmente esclerotizada, a una mariposa o un fásmido, que tienen el cuerpo blando y delicado.
En tales casos, de forma general, una vez tengamos el animal fallecido y secado (en el caso de haber estado en alcohol o congelado), lo colocamos en corcho de poliestireno blanco de forma estirada, tanto el cuerpo como las patas y las antenas, mediante la ayuda de unas pinzas esterilizadas.
Procedimiento a seguir para la disección de artrópodos de cuerpo duro esclerotizado
En este grupo nos encontramos con los coleópteros, los hemípteros, los himenópteros o incluso los miriápodos. Cuando ya tenemos a nuestro artrópodo estirado sobre el soporte, los alfileres nos ayudarán a colocar las extremidades y las partes del cuerpo lo más decente posible. Estos alfileres se clavan en diferentes sitios del cuerpo: el agarre principal para sostenerlo en coleópteros, chinches e himenópteros es el que se coloca en el lado derecho entre el tórax y el abdomen, como se representa en la siguiente imagen. Los demás alfileres se colocan en cruz entre las patas y las antenas. Para saber cómo colocar las alas presentes en distintos órdenes de insectos consultar la entrada «Disección de mariposas».
Coleóptero disecado a partir de un alfiler colocado como soporte principal entre el tórax y el abdomen del lado derecho del cuerpo. Fuente: Instituto de Ecología de México
Procedimiento a seguir para la disección de artrópodos de cuerpo blando poco o nada esclerotizado
Para los insectos de cuerpo blando poco o nada esclerotizados, como son los fásmidos o ciertos tipos de escarabajos como los aceiteros (Meloideos), el procedimiento es el mismo pero contando con un paso previo muy importante antes de comenzar con los alfileres: consiste en abrir el insecto en canal por la parte ventral con la ayuda de unas tijeras, extraerle los órganos internos y todos sus fluidos, limpiarlo con agua/alcohol y rellenarlo con algodón humedecido con agua. Para cerrarlo simplemente nos servimos de nuestros dedos para darle forma al abdomen y dejarlo lo más cerrado y recto posible.